Alicia, en su viaje por el país de las maravillas, entra en un mundo mágico donde todo es posible. Una de las escenas más recordadas de la obra es aquella en la que Alicia cambia de tamaño, pasando a ser diminuta y a continuación gigante. La realidad se distorsiona en este país de manera caprichosa, dichas distorsiones generan en Alicia una serie de conflictos y situaciones difíciles.
El síndrome de Alicia en el país de las maravillas, recibe este nombre en relación con la escena mencionada. Este síndrome se manifiesta con un conjunto de síntomas que alteran la percepción visual y la imagen corporal de forma caprichosa, tal y como le sucediera a Alicia.
El síndrome de Alicia en el país de las maravillas.
El síndrome de Alicia en el país de las maravillas, es una afección poco frecuente aunque alarmante. Es un trastorno neurológico que puede aparecer en niños y niñas pequeños, frecuentemente por la noche. La manifestación del síndrome de Alicia en el país de las maravillas son los episodios de distorsión en la percepción de la propia imagen corporal y en la percepción visual, generando distorsiones en el tamaño, distancia, forma y relaciones espaciales entre objetos, así como en el tiempo transcurrido.
Generalmente es un síndrome con evolución benigna, y una completa recuperación al cabo de varias semanas o meses, sin secuelas. Aunque los episodios, pueden repetirse en periodos posteriores.
Causas del síndrome de Alicia en el país de las maravillas
El síndrome de Alicia en el país de las maravillas, es un trastorno de tipo neurológico cuyas causas pueden ser variadas que provocan un desequilibrio en las estructuras cerebrales:
Dolores de cabeza, epilepsia, lesiones cerebrales, infecciones víricas, fármacos, drogas,…. que dan lugar al síndrome de Alicia en el país de las maravillas.
Cambio en el flujo sanguíneo del cerebro, provocado por una cantidad anormal de electricidad en el cuerpo. En estos casos las señales que el cerebro envía a los ojos se alteran.
Síntomas del síndrome de Alicia en el país de las maravillas
El niño/a se siente desorientado (al igual que le pasaba a Alicia) y aturdido.
Imagen corporal alterada: las partes del cuerpo parecen deformadas y su tamaño no es el real, algunas partes pueden verse desproporcionadas.
Distorsión en la percepción del tamaño de otros objetos, de su distancia, etc.
Aparece también la distorsión del tiempo. El sentido del tiempo se altera y parece pasar demasiado rápido o demasiado lento.
Algunos también sufren alucinaciones. Y distorsiones en la percepción llevada a cabo por otros sentidos.
¿Qué podemos hacer ante la presencia del síndrome de Alicia en el país de las maravillas?
Ante cualquier duda acude a un especialista que lleve a cabo un diagnóstico certero.
Explica al niño/a en que consiste el síndrome, hazle saber que se tratan de episodios pasajeros y que sus percepciones no son reales. Se trata de tranquilizarle y evitar la confusión.
El síndrome tiene tratamiento efectivo en algunos casos, como cuando es provocado por un dolor de cabeza. Un especialista es el encargado de llevar a cabo el tratamiento.
No os alarméis demasiado ya que son episodios aislados que suelen desaparecer con el tiempo.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu
Angelica Vega Tola
@educadora Gestion Educativa
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