El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, es un trastorno muy común y al mismo tiempo muy dispar, en cuanto a la intensidad de sus síntomas, e incluso, en cuanto a la presencia de los mismos. La triada de síntomas que recoge el TDAH son: déficit de atención, impulsividad e hiperactividad. No todos los que padecen el trastorno tienen los tres síntomas y no los padecen con la misma intensidad.
En cualquier caso, en aquellos casos en los que el síntoma dominante es la hiperactividad, nos encontramos como una situación no siempre fácil de sobrellevar que puede desesperar a familias y educadores. La hiperactividad se caracteriza por una excesiva energía, que parece no agotarse nunca y que como resultado puede desencadenar en conductas disruptivas, conflictivas, problemáticas, etc.
Canalizar la energía de los niños y niñas que padecen TDAH, con predominancia de la sintomatología hiperactiva ha de ser nuestra finalidad y nuestro objetivo último. Ya que al hacerlo conseguimos que puedan mejorar su funcionamiento diario.
La energía en el TDAH
La hiperactividad es uno de los síntomas que pueden aparecer en el TDAH, y se caracteriza por un nivel de energía excesivamente alto, que parece no tener fin. Esta excesiva energía se traduce en constante movimiento y acción, no estarse quieto, molestar a los compañeros, hablar demasiado y demasiado rápido, etc…
Estos comportamientos pueden llegar a ser conflictos y generan problemas en clase y en sus relaciones sociales, además de en otras situaciones y contextos en los que el niño o niña tenga que interactuar.
Sin embargo, podemos cambiar la situación e ir un poco más lejos. La energía que tiene el niño o niña con TDAH, puede ser algo bueno si la canalizamos hacía algo positivo. Es normal que los niños y niñas con TDAH que no saben hacía donde dirigir su energía acaben dirigiéndola hacía algo no siempre adecuado.
Actividades para canalizar la energía en el TDAH
Es fundamental ayudarles a desarrollar estrategias que les permitan canalizar esa energía y emplearla en algo constructivo, en lugar de en algo destructivo.
Es importante entender la naturaleza activa de estos niños y niñas. Tienen cantidad de energía que tienen que dejar salir, por lo tanto les costará y será casi imposible que permanezcan sentados durante demasiado tiempo. Si pretendemos que permanezcan toda una clase sentados y sin moverse, acabaran molestando para dejar salir su energía. En lugar de eso, podemos proponerles tareas que ayuden a dar salida a su energía: ayudarnos a repartir hojas, salir de clase a traernos algo, borrar la pizarra, o pedirles participar bastante son buenas opciones.
En casa también puedes proporcionarle tareas para que canalice su energía, como ocuparse de la mascota, poner la mesa, sacar la basura, etc…
Es aconsejable la práctica regular de algún deporte, ya que a través del mismo canalizan su energía, entre ellos la natación, la bicicleta, etc…
Procura salir con ellos todos los días al parque. Son niños y niñas que necesitan acción y está es más complicada en casa.
Enséñale formas para relajarse: puedes probar técnicas específicas para este fin, o buscar alguna forma alternativa. Al ser niños y niñas activas será complicado que estén sin hacer nada, podemos probar a desarrollar su creatividad para relajarse: prueba con el dibujo, la escritura, la música, pasatiempos, puzles, mándalas, lectura, etc…
Evita el uso en exceso de videojuegos, tienden a poner más nervioso al niño/a. El videojuego le sitúa en una situación de tensión virtual, pero no está dejando salir energía, con lo cual acumula aún más energía.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu
Angelica Vega Tola
@educadora Gestion Educativa
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