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Foto del escritorAngeli Tola

Enseñar a pensar

Parece obvio que debemos enseñar a pensar a los niños y niñas, sin embargo en la mayoría de las ocasiones dejamos relegado en un segundo plano esta importantísima función. En la enseñanza tradicional nos preocupamos porque los pequeños obtengan buenas notas, alcancen sus metas y consigan buenos resultados, el curso académico se convierte en una carrera contrarreloj, repleta de exámenes, actividades, ejercicios, etc. En esta carrera, es imposible enseñar a pensar, ya que el pensamiento requiere tiempo y calma, además de respeto por los ritmos y procesos de cada uno. En su lugar les enseñamos técnicas mecánicas y aparentemente efectivas a corto plazo. Enseñar a pensar se convierte en una de las asignaturas pendientes de los sistemas educativos actuales.


¿Por qué es importante enseñarles a pensar?

Enseñar a los niños y niñas a pensar es muy muy importante, resulta fundamental para su funcionamiento actual y futuro. Estamos preocupados por una calificación numérica, por una nota, por un número y dejamos de lado el verdadero aprendizaje, dejamos relegado el pensamiento al valle del olvido. Con técnicas mecánicas podemos lograr que aprueben pero difícilmente lograremos que aprendan o que piensen.

¿Cuántas veces nos sorprendemos cuando un niño/a aprueba un examen y al poco tiempo si le volvemos a preguntar el contenido lo ha olvidado? Este fenómeno más común de lo deseado es producto de un sistema de enseñanza mecánico, vació de verdadero aprendizaje y exento de cualquier acto que suponga pensar. Los niños y niñas no saben pensar, no saben aprender, se limitan a repetir esperando acertar.

El miedo a pensar

No solo no piensan, sino que además temen hacerlo, le hemos reforzado siempre cuando obtienen la respuesta correcta. Y el niño/a pretende dar una respuesta correcta y recibir su premio, pensar y no repetir lo que le han expuesto puede suponer un error y temen el error. El error es castigado con un suspenso, el error es asociado al fracaso.

Y nadie quiere fracasar. Los niños y niñas no saben pensar, pero además tienen miedo a pensar.



Beneficios del pensamiento

Desarrollar su pensamiento tiene múltiples beneficios, no solo para su aprendizaje, sino y sobre todo para su desarrollo personal.

  • Enseñarles a pensar supone impulsar su aprendizaje, ya que les convierte en protagonistas activos del proceso.

  • Enseñarles a pensar les ayuda a desarrollar su propio criterio y a evitar que les engañen, que les conviertan en una masa.

  • Enseñarles a pensar les ayuda a desarrollar una personalidad madura, a saber lo que quieren.

Trucos para enseñarles a pensar.

  • Cambia las preguntas que les haces. En lugar de preguntas en las que tengan que repetir un contenido, modifícalas por aquellas en las que tengan que explorar y llegar a conclusiones. Cambia el qué, el enumera, por el porqué, por el explica.

  • Pregúntales con frecuencia, ¿por qué crees que esto es así?, ¿Crees que podría ser de otra manera?, ¿qué pasaría si no fuese así?, etc.

  • Refuérzales cuando piensen y no cuando acierten. Hazles ver que el fracaso nos lleva al conocimiento, ya que va guiando nuestro pensamiento.

  • No les expongas todo el contenido, permíteles que lo busquen, que lo exploren, que trabajen cognitivamente con ello. Déjales que lo piensen.



Celia Rodríguez Ruiz

Psicóloga y Pedagoga

@Celia_RodrigRu

Angelica Vega Tola

@educadora Gestion Educativa

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